¿Qué son las Zonas Cardioprotegidas?
Tu Corazón es nuestra prioridad en la Clínica de la Vida.
Según la Organización Mundial de la Salud las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad a nivel mundial, se estima que 17,9 millones mueren anualmente debido a patologías relacionadas con el corazón y los vasos sanguíneos. Específicamente en Venezuela, la Sociedad Venezolana de Cardiología estima que 3 de cada 10 personas fallecen por estas mismas causas. Es por ello, la importancia que se le debe atribuir a los esfuerzos por reducir esta brecha.
Con el fin de disminuir ese número y crear espacios seguros para el público general, fueron creadas las zonas cardioprotegidas.
¿Qué son las zonas cardioprotegidas?
Son espacios físicos que se encuentran acondicionados para responder ante una eventualidad como una parada cardiaca o muerte súbita. Para que una zona se considere cardioprotegida, debe estar equipada con desfibriladores externos automáticos (DEA) y personas preparadas en reanimación cardiopulmonar (RCP). La presencia de ambas cosas y la rapidez de respuesta ante la emergencia, se encuentra directamente relacionado con la supervivencia del paciente.
¿Por qué son importantes las zonas cardioprotegidas?
Las zonas cardioprotegidas proveen rapidez en la respuesta ante un paro cardiaco (cese del ritmo cardiaco y por consiguiente interrupción del flujo sanguíneo), lo cual es crucial, ya que cada minuto que transcurre sin reanimación cardiopulmonar (RCP) representa 10% menos de posibilidades de supervivencia. Las respuestas coordinadas llevan a mayores posibilidades de resultados favorables.
Las personas al sentirse preparadas ante las posibles eventualidades, generan ambientes de tranquilidad y seguridad entre los pares. Es por ello que sensibilizar a la población sobre cómo debe hacerse el RCP y lo crucial de las zonas cardioprotegidas, cada día cobra mayor importancia.
¿Qué elementos componen una zona cardioprotegida?
– Desfibrilador externo automático (DEA): es un equipo que posee cables (electrodos) que se conectan al pecho de la víctima, en ese momento analiza el ritmo cardiaco y dependiendo de los hallazgos administrar descargas eléctricas, con el fin de resucitar al paciente.
– Señalización clara: un elemento esencial de una zona cardioprotegida es una señalización clara de la ubicación del DEA, las instrucciones de uso y números de emergencia para alertar a la ayuda competente.
– Personal capacitado: es fundamental contar con personal entrenado en RCP y en el uso del DEA, en especial en personal como guardias de seguridad, recepcionistas o empleados de mantenimiento.
– Mantenimiento regular: los desfibriladores externos deben recibir mantenimientos periódicos para garantizar su correcto funcionamiento.
¿Dónde podemos encontrar zonas cardioprotegidas?
Todos los lugares públicos con alta rotación de personas como: aeropuertos, centros comerciales, restaurantes, estaciones de metro, gimnasios, escuelas, edificios de oficinas, plazas, parques de diversiones, entre otros.
¿Cuáles son los pasos a seguir para activar una zona cardioprotegida?
Ante una víctima de parada cardiorrespiratoria, se debe activar la zona cardioprotegida de forma rápida y efectiva para aumentar las posibilidades de supervivencia. Los pasos a seguir ante una parada cardiorrespiratoria son los siguientes:
1. Asegurar la escena: es importante asegurarte que te encuentras en un área segura a la hora de auxiliar a alguien.
2. Identificar el evento: las paradas cardiorrespiratorias se caracterizan por pérdida repentina de consciencia, ausencia de pulso y falta de respiraciones. Lo primero que debes hacer al encontrar a la persona con pérdida de consciencia, es llamarla y tratar de despertarla; si fallas en el intento, se debe proceder a verificar el pulso y las respiraciones. De encontrarse ausentes continuas con el siguiente paso.
3. Pedir ayuda y alertar a los servicios de emergencia: es importante pedir auxilio a las personas que se encuentren cerca, solicita que llamen inmediatamente a los números de emergencia pertinentes.
4. Inicia la RCP: inicia las compresiones torácicas lo antes posible, deben ser 30 compresiones intercaladas con 2 respiraciones de rescate.
5. Localizar el DEA: puedes pedirle a alguno de los testigos que localice el DEA o buscarlo tú mismo, suele estar señalizado con un cruz de fondo verde o naranja.
6. Activar el dispositivo: una vez localizado, llevalo y colócalo de un lado de la víctima de la parada cardiorrespiratoria, enciende el DEA y sigue las instrucciones de voz que dicta el dispositivo.
7. Analizar el ritmo cardíaco: el DEA analizará automáticamente el ritmo cardíaco de la persona y te indicará si es necesaria una descarga eléctrica.
8. Administrar la descarga: si el DEA indica que es necesaria una descarga, asegúrate de que nadie esté tocando a la persona y sigue las instrucciones del dispositivo.
9: Continuar con la RCP: después de administrar la descarga, continúa realizando maniobras de reanimación cardiopulmonar hasta que llegue el personal de salud.
Todos podemos contribuir con las zonas cardioprotegidas y aumentar las posibilidades de las víctimas de paradas cardiorrespiratorias . Es por ello que la Clínica Santiago de León asume este compromiso al capacitar a su personal de manera constante en el uso de desfibriladores externos automáticos y resucitación cardiopulmonar. Dentro de nuestras instalaciones contamos con zonas cardioprotegidas estratégicas para garantizar la seguridad y protección de cada uno de nuestros pacientes de manera constante.
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